Al revisar cabezas de los niños podemos encontrar bichitos, pasamos a lendrera y si encontramos un bicho aplicamos el producto. Si despiojamos a un niño y está en contacto con alguien que aun los tenga volverá a coger los piojos. Para que esto no suceda se debe usar un repelente. Utilizar en concreto: aceite de árbol de té como repelente. Ayuda a conseguir la máxima higiene del cabello al tiempo que lo revitaliza y lo deja brillante, lo podemos encontrar en un formato de 30ml como es el caso, o si lo preferimos el de 15ml para tener más producto durante más tiempo y darle más utilidades.
Es esencial acaba con los piojos y esta esencia los elimina efectivamente, además, hace frente a las impurezas de la piel, gracias a sus compuestos completamente naturales con un 100% de pureza es capaz de mejorar el tono de la piel y activar las funciones naturales propias de la piel. Combate activamente el florecimiento de bacterias, actúa como fungicida y vírico para un amplio espectro, sin necesidad de que esta acción afecte a la flora natural de la piel.
Está indicado para todo tipo de cabellos.
Se aplica el producto directamente donde se quiera mostrar mejoría con la ayuda de la yema de los dedos dando un suave masaje circular.
Hay que tener en cuenta que este producto solo acaba con la vida de los piojos ya formados y no con las liendres, de ahí radica la importancia de pasar diariamente la lendrera a diario, aunque se utilice un producto que elimine los piojos. Mantener fuera del alcance y visión de los niños, para que no hagan un mal uso de este producto, como por ejemplo, ingerirlo. Mantener en un lugar fresco y seco.
